Nápoles es una ciudad única para contemplar, vivir y respirar. Es imposible describirla en un solo adjetivo. Bella pero caótica, atrevida y poética, llena de vida, sonidos, olores y colores, a menudo excesiva pero siempre única.

Reservando un vuelo de Barcelona a Nápoles podrás pasear por su increíble casco histórico, con callejuelas llenas de pequeñas tiendas, talleres de artesanos, anticuarios, puestos, turistas, transeúntes, scooters. Podrás admirar obras maestras únicas como el Cristo Velado, la belleza del Claustro de Santa Chiara, la Piazza del Plebiscito y el espectacular paseo marítimo. Podrás descubrir la increíble ciudad subterránea y la Galleria Borbonica o Túnel de Bourbon. Haciendo un corto recorrido también se puede llegar a ver lugares excepcionales como la costa de Amalfi o Pompeya. Un viaje a Nápoles representa un viaje único por la cultura y el folclore... y no olvides probar la receta original de la fantástica pizza. Estas son algunas de las cosas que puedes ver en un viaje a Nápoles.

QUÉ VER EN NÁPOLES

- SPACCANAPOLI. Es la larga arteria que atraviesa la ciudad en línea recta y va desde los Quartieri Spagnoli hasta Forcella. La mejor manera de observar Nápoles en todas sus facetas: a lo largo de la calle encontrarás suntuosos edificios antiguos y espléndidas iglesias, y también curiosas tiendecitas, antiguos artesanos, vendedores ambulantes, artistas callejeros, ruido y música improvisada, scooters y turistas, todos juntos en una mezcla caótica: la postal más fiel de Nápoles. - CRISTO VELADO. Una obra increíble que te dejará sin palabras. El velo de mármol que cubre la estatua de Cristo está tan hábilmente trabajado hasta el punto de hacerlo transparente. Un detalle que siempre ha fascinado a los observadores y alimentado leyendas. De hecho, la estatua se encuentra dentro de la Capilla del Príncipe San Severo, un conocido alquimista, y se pensaba que el velo era obra de algún brebaje creado por el propio príncipe para transformar el tejido original en mármol. En realidad es sólo obra de la gran maestría de su autor, Giuseppe Sanmartino, quien logró esculpir la estatua con el velo a partir de un solo bloque. - PLAZA DEL PLEBISCITO. Es el nuevo símbolo de Nápoles, un lugar de paseo para turistas y napolitanos que vienen aquí para admirar la grandeza y las joyas arquitectónicas del Palacio Real y las columnas de la Iglesia de San Francisco. Originalmente fue una llanura donde se celebraban torneos medievales, se convirtió en símbolo de la política napolitana con el paso del tiempo y hasta 1817. El Palacio Real fue construido en 1600 por Domenico Fontana por encargo del virrey Don Fernando para acoger la visita del rey Felipe III a la ciudad, mientras que la columnata de estilo griego fue encargada por Joaquín Murat en 1800, quien también ordenó retirar las estatuas presentes para dar a la plaza su actual impacto escénico. - NÁPOLES SUBTERRÁNEA. Bajo Nápoles hay toda una red de túneles que a lo largo de los años se utilizaron de diversas formas, desde refugios antiaéreos hasta vertederos y escondites favoritos de los delincuentes. Hoy en día esta sugerente ciudad subterránea se puede visitar accediendo desde Via dei Tribunali pero también desde algunas casas particulares. Bajo tierra encontrarás el acueducto grecorromano, los refugios antiaéreos, el museo de la guerra, los huertos subterráneos y la estación sísmica ""Arianna"". También excavada bajo tierra se encuentra la Galleria Borbonica o Túnel de Bourbon, hecho construir en 1853 por Fernando II para unir el Palacio Real con la Piazza Vittoria y poder escapar hacia el mar. También en este caso el túnel ha sido utilizado de diferentes maneras, desde refugio antiaéreo hasta depósito judicial.

CUANDO IR A NÁPOLES

La mejor época para reservar un vuelo de Barcelona a Nápoles es de mayo a octubre, y los meses más cálidos permiten disfrutar al máximo del espléndido mar, especialmente si se desea visitar la costa de Amalfi. La primavera y el otoño son las mejores épocas para visitar la ciudad, cuando el tiempo menos bochornoso te permitirá pasear más cómodamente y sentarte al aire libre a degustar las delicias culinarias: desde la pizza al pescado, pasando por el postre y el café, la cocina napolitana debe disfrutarse en su totalidad.

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